4 de marzo de 2010

Mi Pachuca, 70 Cartas a la Bella Airosa

Mi Pachuca, 70 cartas a la bella airosa, libro que incluye misivas de Adalberto Cravioto Meneses, Luis Corrales Vivar-Cravioto y Sergio Trevethan Cravioto, se presentó el jueves 4 de marzo de 2010, en la Casa de la Cultura de Pachuca, Hidalgo.

De izquierda a derecha: María José Almundí y Estela Quiroz, autoras; Francisco Olvera, presidente municipal de Pachuca de Soto; Raúl Arroyo, presidente de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, sección Hidalgo; Marco Antonio Baños y Sergio Trevethan Cravioto, autores, y Luis Corrales Vivar-Cravioto, director de Cultura, Recreación y Bibliotecas.


Hace poco más de un año, Raúl Arroyo, presidente de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, sección Hidalgo, concibió la idea de un libro de cartas a Pachuca. Se dio entonces a la tarea de invitar a intelectuales, académicos, políticos, empresarios, urbanistas, comunicadores y líderes de opinión, a que escribieran su misiva. La condición casi única fue que ésta estuviera redactada en segunda persona del singular (tú) y que no rebasara un cierto número de cuartillas.

De los convocados, 13 mujeres y 57 hombres respondieron a la invitación, y, con el apoyo del Ayuntamiento de Pachuca, sus textos se convirtieron en el libro Mi Pachuca, 70 cartas a la bella airosa, que se presentó el 4 de marzo de 2010, en la Casa de la Cultura de la capital hidalguense. 

En una primera lectura, lo que más me ha llamado la atención de este libro es que, a pesar de que la convocatoria no delimitó la temática de la carta, la mayoría de los participantes, incluso los más jóvenes, coincide en la añoranza del pasado, y en temas como la infancia, la familia, la escuela y los amigos. El viento es un actor importante en muchos de los textos, así como el reloj, las minas, el oro y la plata, el futbol, los ingleses con sus pastes, los chinos con sus cafés, las tiendas y la antigua geografía urbana.

Predomina un tono de nostalgia ante la pérdida de la esencia provinciana frente a una modernización cuyos resultados parecen inciertos: hay vías rápidas y amplias avenidas, pero también tráfico, sobrepoblación e inseguridad. Nostalgia por el pasado e incertidumbre ante el porvenir.

Encuentro también una intención de documentar lo que la modernidad está destruyendo. Por ejemplo, los juegos infantiles, la atmósfera de las calles e, inclusive, la fuerza del viento. El promedio de edad de los participantes en el libro es de 58.8 años. En cuanto al origen, 51 son hidalguenses: 41 de Pachuca, dos de Real del Monte, dos de Zempoala y uno de cada una de las siguientes poblaciones: Actopan, Calnali, Huasca, Juan Solís, Tula y Tulancingo; siete son de la Ciudad de México; dos más de Guanajuato; otros dos, de Jalisco; uno de Puebla y uno de Michoacán. Así como dos españoles, dos franceses, un chileno y un libanés.

Entre los participantes más afamados están el periodista Miguel Ángel Granados Chapa (Real del Monte, 1941) y el comediante Sergio Corona (Pachuca, 1928).

En el prólogo del libro, Raúl Arroyo afirma: “estas 70 cartas individuales ahora son un testimonio colectivo”. Y de pronto me doy cuenta de que, efectivamente, desde Adalberto Cravioto Meneses, mi padre, nacido en 1913, hasta quien nació en 1992, todos ellos testimonian a la Pachuca del siglo XX, el gran fresco de una ciudad que se transforma vertiginosamente en el siglo XXI.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario