5 de mayo de 2013

Así se celebró en Hidalgo el 5 de mayo en 1892

Juan Manuel Menes Llaguno relata en esta nota cómo celebró el gobierno del estado de Hidalgo los primeros 30 años de la Batalla del 5 de Mayo, en 1892.

El 5 de mayo en la historia de Hidalgo
El Sol de Hidalgo
5 de mayo de 2013

Por Juan Manuel Menes Llaguno
Cronista del Estado de Hidalgo


Pachuca, Hidalgo.- Durante el prolongado gobierno de la dinastía Cravioto: Rafael, Simón y Francisco, que se desempeñaron en el Ejecutivo estatal de 1876 a 1897, el 5 de mayo era una de las más significativas fechas del calendario cívico hidalguense, en la que independientemente de recordar la epopeya del Ejército mexicano, se exaltaba la participación del entonces coronel Rafael Cravioto, quien se presentó en aquella memorable gesta ante el alto mando mexicano para coadyuvar con sus hombres a la defensa de la ciudad de Puebla, ordenándosele permanecer al lado del general Miguel Negrete, aquel militar conservador que exclamó al saber de la invasión del ejército francés a México "Yo tengo Patria antes que partido", y se puso a las órdenes de Zaragoza para resistir el embate del enemigo.



En recuerdo de aquella hazaña, el jueves 5 de mayo de 1892, el gobierno hidalguense echó la casa por la ventana para celebrar 30 años de aquel acontecimiento. Un folleto de 24 páginas, profusamente ilustrado con imágenes, dio cabal idea de aquella celebración, sobre todo de la participación del para entonces Gobernador del Estado, que lo era ya por segunda ocasión, ya que habiendo gobernado entre 1877 y 1881 la primera vez, dejó la gubernatura en manos de sus hermanos Simón (1881-1885) y Francisco (1885-1889) y la recuperó en 1889, permaneciendo en ella hasta 1897.
 
El programa dio inicio a las 6 de la mañana, con el izamiento de la bandera nacional en los edificios públicos de la ciudad, fundamentalmente en el viejo Palacio de Gobierno, de las calles de Iturbide, actualmente de Venustiano Carranza, en cuya ceremonia estuvo presente el propio gobernante, pulcramente ataviado con levita y camisa de cuello alto, luciendo al pecho las diversas condecoraciones que le había otorgado el gobierno de la República hasta entonces.
 
Entre las 6:15 y las 8 de la mañana se tronaron en diferentes puntos de los cerros que circundan a la ciudad, cargas de dinamita cada 15 minutos. A las 8:30 se sirvió un almuerzo en honor de las fuerzas militares, en el patio del cuartel militar de San Francisco, donde el gobernador entregó insignias a clases y tropa y se guardó un minuto de silencio por los caídos en la batalla treinta años atrás.
A las 12 del día, el gobernador procedió a inaugurar la calle que llevaría desde entonces el nombre del insigne general Ignacio Zaragoza, para lo cual escogió la arteria que parte de la plaza de las Diligencias, hoy de la Independencia, hasta desembocar en la de "Puente de Gallo", actual Julián Villagrán. El gobernador, acompañado de su gabinete, recorrió a pie lentamente aquella vía, en medio de los aplausos de cientos de pachuqueños. La calle fue adornada para la ceremonia con festones de papel tricolor y pendones de follaje y flores.
 
Al término de aquel acto se dirigieron todos a la Plaza de La Constitución, donde se improvisó un manteado, sobre la explanada de mercaderes, hoy mercado Primero Mayo, desde la cual las autoridades presenciaron un corto desfile encabezado por las fuerzas militares acantonadas en la ciudad, cerró aquella parada cívica el aplaudido contingente de la policía montada, que era conocido como los "Rurales".
 
A las dos de la tarde fue servido un banquete en los patios del Instituto Literario en las calles de Mariano Abasolo, al que asistieron también personalidades del comercio pachuqueño y, desde luego, los dueños y administradores de las más importantes compañías mineras de la comarca.
 
Finalmente, a las seis de la tarde, dio inicio una larga velada literaria en el entonces flamante teatro Bartolomé de Medina, en la que participaron los conjuntos musicales de las fuerzas militares y policiacas, así como alumnos de distintas escuelas, entre ella la que llevó el nombre de Ignacio Zaragoza, ubicada en la calle de Galeana, mejor conocida como Escuela de la Jerusalén, por alojarse en lo que fue la capilla de ese nombre, actualmente domicilio de la Gran Logia del Estado de Hidalgo.
 
En aquella velada el discurso oficial corrió por cuenta del licenciado y notario Público Félix Vergara Lope, quien, enfático, dijo entre otras cosas que la mañana del 5 de mayo de 1862, el ejército de indígenas zacapoaxtlas comandado entre otros por el coronel Francisco Cravioto, embistió con fiereza suprema a los ordenados batallones invasores y les hizo retroceder, mostrando con su actitud la bizarría de las razas autóctonas y el orgullo patriótico de comandantes como el "ínclito" general Rafael Cravioto, al que terminó aludiendo en un extenso poema, como se acostumbraba entonces.
La nota periodística aparecida el domingo 8 de mayo en el semanario "El Minero de Pachuca", concluye con una amplia reseña de la despedida a los asistentes. De pie, dice la reseña, acompañado por su esposa y el secretario del Despacho, el general Cravioto se despidió de mano de todos y cada uno de los cerca de 300 asientes a la ceremonia y luego se puso al frente de un contingente que con teas y antorchas recorrió las calles de Leandro Valle, hasta llegar a las del Mesón de La Veracruz, donde se encontraba la casa del mandatario hidalguense.
 
Año con año, hasta terminar su gestión, el gobernador Cravioto aprovechó la fecha del 5 de mayo para inaugurar obras o poner en marcha acciones, tanto en la ciudad de Pachuca como en el interior del Estado; a él se debe, desde luego, la innovación de la nomenclatura pachuqueña, que cambió nombres como los de calle del Caballito, Los Mesones, del Comercio, calle Real o calle Derecha, por los de Iturbide, Matamoros, Doria, Hidalgo o Morelos, asimismo, don Rafael y sus hermanos Simón y Francisco, realizaron una docena de monumentos para recordar a nuestros más insignes héroes, en todos los casos, las develaciones o inauguraciones se hacían precisamente los días 5 de mayo.

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Pachuca Tlahuelilpan, 5 de mayo de 2013.

Notas relacionadas:
Un gobernador hidalguense en la Batalla del 5 de Mayo, parte 1.
Un gobernador hidalguense en la Batalla del 5 de Mayo, parte 2.
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