7 de febrero de 2008

Alfonso Cravioto en el Constituyente de Querétaro

Sobre la participación en el Constituyente de 1917 escribe el cronista del estado de Hidalgo, Juan Manuel Menes Llaguno.

El Sol de Hidalgo
5 de febrero de 2008

Por Juan Manuel Menes Llaguno
Cronista del Estado de Hidalgo



Pachuca, Hidalgo.- Sin duda alguna, la Constitución Mexicana, promulgada el 5 de febrero de 1917, fue el más adelantado e innovador documento legislativo de su época, creador del Derecho del Trabajo mediante su artículo 123; restaurador del "ejido" como forma muy nuestra de tenencia de la tierra, a través del artículo 27; impulsor de la educación obligatoria, laica y gratuita en el 3 y otras muchas más.

A diferencia del Constituyente anterior (1856-1857), integrado en su mayoría por juristas connotados, el de 1916-1917 acogió a individuos de distintos quehaceres y estratos sociales, en un ambiente de la más amplia pluralidad. Hidalgo estuvo representado en este último por Antonio Guerrero, Leopoldo Ruiz Zenil, Alberto M. González, Rafael Vega Sánchez, Matías Rodríguez Melgarejo, Crisóforo Aguirre (suplente que se desempeñó como titular de principio a fin del Congreso), Ismael Pintado Sánchez, Refugio M. Mercado, Alfonso Mayorga y Alfonso Cravioto Mejorada, este último, sin lugar a dudas, el más destacado de todos ellos, tanto por el número como por la calidad de sus intervenciones.

Alfonso Cravioto nace en la ciudad de Pachuca el 24 de enero de 1883, en el seno del matrimonio formado por el general Pedro Rafael Cravioto Moreno y la señora Laura Mejorada. El general había fungido ya como gobernador del estado en el periodo 1887-1881, sucediéndolo su hermano, el coronel Simón Cravioto (1881-1885), y más tarde otro miembro de la familia, don Francisco Cravioto (1885-1889).

Finalmente es nuevamente electo y reelecto en dos ocasiones el general Rafael Cravioto, quien al caer de la gracia del dictador Díaz, es depuesto del cargo el 30 de octubre de 1897, de modo que la niñez y adolescencia de Alfonso transcurrieron cobijadas por el fuero gubernamental hidalguense de su progenitor hasta los 14 años, cuando realizaba sus estudios en el Instituto Científico Literario del Estado, de donde salió hacia 1900 para matricularse en 1901 en la Escuela Nacional de Jurisprudencia.

La salida intempestiva y casi violenta de la gubernatura de su padre, marcó la vida de Alfonso, caracterizándose desde entonces como uno de los más acérrimos enemigos del porfirismo. Así, formó parte de la Corporación Patriótica Hidalguense, fundada en 1900, como organismo opositor a Díaz y después aparece como integrante de diversos clubes liberales y antirreleccionistas, resultando electo diputado a la 26 Legislatura, atacada por haber sido la que aceptó la renuncia de Madero y Pino Suárez en 1913.

Connotado poeta, funda, en unión de Luis Castillo Ledón, la revista Savia Moderna, en la cual escribieron plumas como las de: Manuel Gutiérrez Nájera, Manuel Carpio, Nemesio García Naranjo, Antonio Caso, Rodolfo y Amado Nervo, Saturnino Herrán, Roberto Montenegro y Diego Rivera.

Al triunfo del constitucionalismo, representando a su tierra natal, Pachuca, fue electo diputado al Constituyente de Querétaro, al que llegó el 21 de noviembre de 1916, como integrante del grupo "renovador" caracterizado por su liberalismo a ultranza.

Diversas son las participaciones de Alfonso Cravioto en el Constituyente que aprobó la Carta Magna que nos rige, pero entre ellas tres merecen atención especial. La primera en relación con la defensa de su credencial efectuada la mañana del 25 de noviembre de 1816, en la que relató los sucesos que desembocaron en el asesinato del presidente Madero; la segunda intervención se produce en la 12 sesión ordinaria del Congreso, la tarde noche del 13 de diciembre de 1916, sobre la aprobación del artículo tercero sobre la educación, cuyo inicio es considerado como un cartabón del liberalismo a ultranza del grupo renovador. Dijo entonces: "Señores diputados: Si cuerdas faltan para ahorcar tiranos, tripas de fraile tejerán mis manos". Y, finalmente, el pronunciado en la 25 sesión ordinaria celebrada la tarde del 28 de diciembre de 1916, en la que defendió la redacción de un artículo destinado exclusivamente a consagrar las garantías obreras que a la postre sería el 123 de nuestra Constitución.

Sin duda, Alfonso Cravioto es considerado entre los más egregios participantes del Constituyente de Querétaro, al lado de Múgica, Jara y otros. Poeta, político, pero, sobre todo, un hombre de vasta cultura, desempeñaría después diversos cargos, como embajador en Cuba, Guatemala y Bolivia, y como ministro plenipotenciario de México en Chile y Bélgica.

En 1938, ingresó en la Academia Mexicana de la Lengua, correspondiente de la Real Española, y más tarde a la Academia Nacional de Historia, sitial en el que fuera sustituido a su muerte por el licenciado Isaac Piña Pérez y que actualmente ocupa el autor de esta líneas.

Alfonso Cravioto Mejorada muere el 11 de septiembre de 1955, cuando se desempeñaba como senador de la República por el Estado de Hidalgo.


Puedes leer la nota original en:
http://www.oem.com.mx/elsoldehidalgo/notas/n583417.htm

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